Palabras más, palabras menos

No soy miembro de la RAE (aunque confieso que la consulto a diario) y con toda probabilidad cometa innumerables faltas de ortografía y de significado y de matices. Seguramente haya varias erratas en este post. No pretendo dar lecciones a nadie, ni mucho menos. Soy apenas un «Suficiente» en el correcto uso de nuestra lengua. Pero señores, usémosla y hagámoslo bien, al menos en la intención.

Y llamemos a cada cosa por su nombre. Sin miedo y sin aspavientos. Las cosas son lo que son y nada más. No hace falta que le demos mil vueltas. Un gilipollas es un gilipollas y un tullido es un tullido.

En nuestra lengua tenemos la fortuna de tener términos suficientes para (casi) cada cosa. Y claro, aparecen nuevos, porque la sociedad avanza. Pero, por favor, llamemos a las cosas por su nombre.

2 comentarios

  1. Y un negro es un negro, no es «de color», y no es racista llamar a las cosas por su nombre, si digo que fulanito es negro, no es un comentario racista, es la realidad!

  2. COmo bien decía un amigo mío, las cosas por su nombre:
    mamada – mamada
    beso negro – beso negro

    Otro gran post enhorabuena

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