#retoecija nº15

Cada mañana, al despertar, siempre pienso lo mismo: quiero sangre. Creo que estoy enganchado. No es una cuestión simplemente de sed. Podría beber agua, o leche. Pero no, quiero sangre. Y claro, hoy en día no es fácil conseguir sangre. La gente se cree que las películas de vampiros nos han venido bien. Pero todo se queda en el marketing.

Cuando vivíamos en el campo era más fácil. Allí podíamos salir a dar una vuelta y cazar un pajarillo, un conejo, una ardilla… lo que sea. Pero, al fin y al cabo era sangre. Sangre. No debería ser tan difícil. Al fin y al cabo todos esos humanos tenéis sangre. ¿Por qué no podéis darnos un poco? Y luego los que tenemos mala fama somos nosotros…

 

#15

Lo peor es que esto no sólo me pasa a mí. ¿Sabes lo triste que es llegar a casa, después de ocho horas en la oficina y  sin haber conseguido un sólo litro de sangre y que te mire tu hijo, con esa carita dulce y esos colmillitos asomándose? ¡Esto no es vida!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *