Prohibido jugar a la pelota
Se acercan los Reyes Magos. Esos seres, sin duda, mágicos, que hacen que en su nombre, todo el mundo salga a la calle desesperado por comprar algo. Y digo «algo» y no «un regalo» porque para lo segundo nunca hay desesperación, quizá solo incertidumbre por saber si gustará tanto como hemos imaginado o por el …