Ser el padre de un vampiro no es nada fácil. Imagínate todos los problemas de cualquier niño, y a eso súmale explicarle que en esa guerra de hace 400 años que esta estudiando en el cole, tu ya estuviste allí. Su cara es un poema. Y te tienes que callar todas las mentiras que dicen esos libros de historia. Tu sabes lo que pasó , porque estuviste allí. Pero de momento, necesita aprobar. Ya le explicarás lo que sucedió en realidad.
Y aún no ha conseguido distinguir entre humanos y los nuestros así que le cuesta saber si una persona tiene 50 años o 350. Son detalles, pero tiene toda la eternidad. No hay prisa.
Aunque lo más difícil de todo es convencerle de que no muerda a ningún compañero. Pelearse se pelean todos… y no me preocupa demasiado. Tiene algo más de fuerza de lo normal, pero no va a matar a nadie. No lo lleva en la sangre (me encanta esta expresión jeje). Pero los mordiscos son peligrosos. Los dos agujeros que dejaría nos podría delatar. La última vez que lo hizo nos toco mudarnos de ciudad en una noche. Y es algo que no nos podemos permitir. Pero para que sus hormonas no le hagan perder el control le buscamos pequeños animales para que los muerda. Es tan tierno cuando lo hace…