Reflexiones sobre la bajada del transporte público

Leía hace poco en ecomovilidad.net que el metro de Madrid sigue perdiendo pasajeros. La cifra anda en casi el 6% y es el tercer año consecutivo que pierde pasajeros. Nada más leer esto pensé: «imposible, en época de crisis la gente deja en casa el transporte caro (coche) y usa el barato (metro).»

Esta conclusión puede ser simple, pero es un comportamiento comprobado que el factor económico influye en un alto porcentaje en nuestras decisiones a la hora de tomar un transporte u otro. Obviamente, de este análisis (casero) se quedan fuera aquellas personas que no tengan opción de desplazarse en transporte público por ausencia de este. Pero veamos los factores que tenemos que a mi entender explican este descenso y los que lo niegan:

  • Descenso del trabajo: Al aumentar el paro, mucha gente se queda en casa y por tanto deja de necesitar tanto transporte público como privado.
  • Trasvase metro -> carretera: Podríamos pensar que al disminuir la cantidad de coches en carretera, muchos usuarios hubiera optado por volver al coche, ya que existirían vacantes. En Madrid esto es imposible en hora punta, donde siempre encontramos atascos. En hora valle quizá haya podido haber algo, pero no sería especialmente significativo (por la propia definición de hora valle)
  • Descenso de la renta: Como decía antes, el factor económico es clave en la movilidad. Al desplazarnos hacemos (aunque no lo sepamos) una pequeña ecuación tiempo/euros. El coche suele aportar menos tiempo y más gasto, así que en tiempos de crisis, cuando mucha gente tiene menos recursos, a la hora de realizar un desplazamiento, este debería ser en transporte público.

Estos factores, sin tener los datos concretos, me llevan a pensar que es lo comido por servido. Así que ¿cuáles pueden ser los otros elementos?

  • Mala planificación de obras: En los últimos tiempos Metro ha realizado muchas remodelaciones (necesarias) que han obligado a cortar líneas durante varios meses. Seguramente muchos de esos usuarios ha podido encontrar caminos alternativos, pero otros habrán tenido que recurrir al coche. Y seamos sinceros, es muy difícil pasar de la comodidad del coche a lo apretado de un metro.
  • Mala planificación de nuevas estaciones: Muchas de las estaciones que se han acabado en los últimos años no dan un servicio real. Están ahí, abiertas, esperando que a su alrededor se forme algo parecido a una civilización. En realidad, esto no puede suponer una merma de viajeros, pero sí un no-aumento de ellos.
  • Cambio cultural: No nos vamos a engañar, cada día somos más señoritos y somos mucho más dependientes de ciertos lujos y, sin duda, el coche es uno de ellos.

Nada de lo anterior parece dar en el clavo de por qué una bajada tan grande y tan continuada. Y es que a mi entender, es un fallo global de la planificación de metro. El usuario de metro (transporte público en general) es frágil y necesita unos incentivos que no se han dado:

  • No siempre se ha tenido la puntualidad necesaria
  • No se ha conseguido evitar las aglomeraciones de hora punta (sí, vale, no es fácil…)
  • Los precios han aumentado todos los años. A veces incluso dos veces. Eso ha hecho al coche más competitivo.
  • Falta de parkings disuasorios, donde uno pueda dejar su vehículo y usar el transporte público.
  • Falta de un billete común (para poder hacer transbordo intermodales) entre metro, bus y cercanías. Esto solo lo puedes hacer si tienes abono
  • ¿Siguen siendo útiles las tarifas por coronas o son un impedimento para aquellos que viven más lejos y que, por tanto, necesitan mayores incentivos para usar el transporte público?

Un comentario

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