Este fin de semana, como seguramente ya sabrás, lo he pasado en, seguramente, una de las ciudades más especiales del mundo: Venecia.
Por su forma, su historia, sus canales, sus góndolas, sus iglesias (¡más de 200!), sus puentes, sus atardeceres… se ha convertido en un referente (seguramente demasiado) del turismo mundial. Pero al menos he tenido la oportunidad de verla con calma, sin demasiado turista. Y con buen y mal tiempo. Incluso con aqua alta.
De Venecia me quedo con dos cosas:
- Su encanto detrás de cada esquina. Es algo raro, pero uno va por un callejón (de los miles) y de repente ¡Zas! se encuentra con un sitio mágico, un puente diferente o una iglesia monumental.
- ¡Qué tranquila es una ciudad sin coches!
Os dejo unas fotos.
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Efectivamente, Venecia es una ciudad preciosa, y muy fotogénica. Lamentablemente en la actualidad corre un serio riesgo de convertirse en un «parque temático» para nosotros (los turistas), pues se está despoblando a pasos agigantados, y eso al final acaba matando a una ciudad.
Por cierto: cuando yo fui me hablaban del hedor de los canales, pero yo no lo percibí. ¿Y tú?
¿Y qué tal el puente de Calatrava?
Sólo conozco Roma, pero Florencia y Venecia están en mi lista hace tiempo. Gracias por compartirlo. Me has abierto el apetito 🙂
Mágica, Mítica y Soñada.
Me encanta lo que centas de los callejones, a mi es lo que más chulo me pareció. Que nunca sepas donde vas a tener que darte la vuelta porque has llegado a un callejón en el que sólo hay mar, más allá.
=)
Noafter2am, pues sí, la verdad es que parece un parque para turistas. Practicamente solo hay tiendas de souvenirs, hoteles y restaurantes. Pero bueno…
Moona, no te la tienes que perder 😉
Turista, y la de veces que nos habremos perdido por esos callejones jeje