Sobredosis de infonada

Bien. Hollywood (o al menos la cutreversión española made in Antena3) ya tiene su guión perfecto: La angustia de pensar que habían muerto esos 33 mineros, los trabajos, el sufrimiento allí abajo, un presidente en primera fila (que en las pelis los presidentes siempre quedan muy bien) y un final feliz. Incluso tenemos los líos amoros de uno de ellos. La película, sin duda, será una mezcla entre Viven y Buried (Enterrado).

Bien, todo eso ya lo tenemos. Y, sin duda, ha sido bonito saber que ha acabado bien. Lo que no tengo tan claro era si era necesario hacer de esto un espectáculo. Televisiones de todo el mundo han ido a grabar las mismas imágenes, periodistas a contar la misma nada (porque un rescate es algo lento y apenas va pasando nada), fotógrafos a hacer las mismas fotos. ¿De verdad era necesario? Creo en la pluralidad de la información, y sí, si nadie hubiera ido a cubrirlo habríamos tenido el riesgo de recibir información oficial chilena. Peor entre eso y lo que ha sucedido hay términos medios. Y ya no son sólo los medios allí establecidos, sino el eco, el constante directo que hemos sufrido (sí, sufrido) sobre cada subida y cada bajada de esa cápsula, sobre cada aliento y cada abrazo…

A veces tengo la sensación de que los medios (y su queja constante de la crisis del periodismo) se empeñan más en crear noticias que en contarlas.

Pd: ¿Cuanto tardará Telecinco en hacer un reallity de gente encerrada en una mina?

4 comentarios

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  2. En realidad Billy Wilder ya dirigió esta peli en 1951 con Kirk Douglas: «El gran carnaval».

    «Charles Tatum es un periodista sin escrúpulos que atraviesa una mala racha a causa de su adicción al alcohol, y que se ha visto obligado a trabajar en un pequeño diario de Nuevo México. Cuando un minero indio se queda atrapado en un túnel, Tatum ve la oportunidad de volver a ser alguien en el mundo del periodismo, dando espectacularidad al caso y alargando el rescate en connivencia con el sheriff de la localidad. “El gran carnaval” se erige en un desolador ejemplo de cómo las más bajas pasiones –el ansia de fama, poder y dinero, pero también la cobardía, la estupidez y la lujuria- gobiernan nuestros actos. Evidentemente, el paso del tiempo, como demuestran a diario la prensa y la televisión, no ha hecho sino agigantar su lucidez y su valor. Excelente.» (Daniel Andreas: FILMAFFINITY)

    http://www.filmaffinity.com/es/film856492.html

  3. No tenía conocimiento de esta película. La verdad es que suena a lo mismo.
    Muchas gracias

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