Crónica de mi Maratón de Madrid

Tras muchos meses de preparación, llegó por fin el día. Con bastantes nervios amanecí a las 7 de la mañana. Un desayuno muy normal (tenía el estómago cerrado), vestirse y a salir. Aparco cerca de la meta, chándal fuera, bien de vaselina, los geles al bolsillo y, ya junto a mi primo (que también debutaba), sin prisa pero sin pausa hacia la salida. Un paso por los baños. Últimos comentarios. El tiempo es ideal para correr. Repasamos la estrategia: muy suave los 6 primeros kilómetros (subida), coger ritmo hasta la media maratón, aguantar en la casa de campo y a partir de ahí (se sale en el kilómetro 32) a sufrir. El objetivo era acabar. A poder ser sin echarse a andar. Y luego, como referencia, las 4 horas…

Empieza la carrera. Suena Ragdog y eso me provoca la primera sonrisa de la mañana. Recuerdo un concierto suyo, hace años, donde sólo eramos 13 personas… Los primeros kilómetros salen lentos, aunque sirvieron para que @surman1 me encontrase, me hizo mucha ilusión. Quizá demasiado, por encima de 6’/km. Pero es el plan. Me repito a mi mismo: «cabeza, guarda fuerzas, te harán falta.» Todo esta en su sitio. En Plaza Castilla veo a @birinea animando. Segunda sonrisa.

En el 10 tomo el primer gel. Voy bien pero hay que asegurarse. Pasado el kilómetro 14 vemos a la novia de mi primo junto a la hermana de este (mi prima, vamos…). Tercera sonrisa. Los kilómetros se me pasan rápido. Y eso que el ritmo no es alto, pero entre la música, la gente, los otros corredores… cuando me quiero dar cuenta llevo ya hora y media corriendo.

El tramo por Fuencarral es muy bonito aunque algo peligroso. Suelo de adoquines, calle estrecha… Llegamos a Gran Vía, Callao, Sol… Miro el reloj y veo que hemos acelerado un poco. Volvemos a la calma. Veo a Birinea por segunda vez (¡qué crack!). Cuarta sonrisa. Poco a poco nos acercamos a la media maratón. Tomo el segundo gel. La pasamos por encima de las dos horas (2:03). No nos importa, las cuatro horas son solo un referente y vamos bien.

Al llegar a la Casa de Campo sé que me espera Dani, un amigo que nos va a acompañar ese tramo en bici. Le busco al entrar pero no está. Me extraña, porque por la noche me había confirmado que venía… hasta que oigo un grito. ¡Ahí está! Quinta sonrisa. La Casa de Campo es cruel. Hay poca gente animando, pica hacia arriba minando las fuerzas… Dani nos da algo de conversación. Nos guarda las botellas de agua, nos anima. Habla por teléfono con Marta, mi chica. «Ahí va, con su eterna sonrisa. Adelantando a gente». Tomo el tercer gel. Al salir de la Casa de Campo un policía echa a Dani. Le doy las gracias. ¿Y quién andaba de nuevo por allí? ¡¡Birinea!! Sexta sonrisa. Me pregunta cómo voy. «Entero, voy entero».

Aunque mi primo a estas alturas ya iba tocado. Bajamos un poco el ritmo. Llegan algunas cuestas y no hay que forzar. Yo veo que sigo bien. Él no. Voy intentando animarle, empujarle, darle fuerzas. Pero se ha encontrado con el muro. En el 35 tomo el cuarto y último gel. Le acompaño hasta pasado el 37… pero aquí me dice por tercera o cuarta vez que siga yo adelante. Voy sufriendo más a su ritmo que al mío. Le deseo suerte. Le digo que hay que acabar como sea. Y me lanzo a correr los 4-5 últimos kilómetros solo. Corriendo a poco mas de 5’/km, adelantando a la gente, disfrutando mucho. La zona de Atocha-Retiro es una de mis favoritas de Madrid. Disfruto. Disfruto como nunca lo he hecho corriendo. Voy fuerte. Se que voy a acabar mi primera maratón. No voy a bajar de las 4 horas, pero a pesar de la altimetría voy a correr la segunda media más rápida que la primera. Estoy divirtiéndome. No hay muro, ni sufrimiento. Voy a acabar mi primer maratón con fuerzas. Sé que voy a entrar rápido en El Retiro. No por el tiempo. Quiero darlo todo hasta el final. Me acuerdo de mucha gente, de Kay, de Andrés, de los compañeros del Club de Móstoles, de mis entrenadores, los compañeros del trabajo que en cada café han aguantado mis historias, de todos los amigos que anoche me desearon suerte… Voy pidiendo paso. ¡PIDIENDO PASO! Casi empujando a la gente para hacerme un hueco, porque quiero correr más. Miro el reloj, voy a 4:25 (vale, es un poco cuesta abajo). Veo la meta. Sé que mi familia está por aquí, pero no les veo. Ya está. Voy a ser maratoniano. Soy maratoniano. Grito algo. Ni lo recuerdo… Se me escapa una lágrima junto a la última de las sonrisas. Y por fin, me cuelgan la medalla.

Hace un año esto parecía un sueño. Un sueño lejano… Hoy, tras muchos entrenamientos, tras muchos madrugones, tras correr con frío, con lluvia, con viento, sin excusas para quedarse en casa… es una realidad. No hay secretos. Entrenar mucho y desearlo con todas tus ganas.

11 comentarios

  1. Me ha encantado. Buena historia. A por la siguiente!

  2. Enhorabuena, ¡bien hecho! Mi hermano también ha debutado, y todo esto me anima.. a largo plazo.
    un abrazo.

  3. Casi se me escapa una lagrimilla a mi por la emoción… Enhorabuena melón!

    Por cierto, ya me explicarás eso de los geles, que es lo unico que no he entendido 🙂

    Un abrazo enorme

  4. Con un buen entrenamiento y una buena dosis de estrategia conservadora se disfruta un maraton, enhorabuena, ya eres maratoniano. Bueno ahora ya podemos salir algun día con la bici,jeje.

  5. Mi enhorabuena, hiciste muy bien guardando para el final.
    Igual te interesa:
    http://photo2finish.blogspot.com.es/2012/04/siempre-la-maraton.html

  6. Bienvenido al club,

    has medido genial la carrera a pesar de la dureza de Madrid.

    Disfruta el momento, todos los maratones son especiales pero el primero es increíble.

  7. Muchas gracias a todos!!!

    F, anímate, aunque no sea a una maratón, pero sí a correr!
    Miguel, los geles son unos compuestos con aminoácidos, minerales, hidratos… para «comer» algo durante la carrera y llevar siempre el depósito lleno jeje.
    Morea, cuando quieras salimos con la bici jejeje.
    Manuel, muchas gracias por todo. Tus ánimos y consejos estos meses han sido muy importantes 🙂

  8. Enhorabuena Cartier. Hiciste una gran maratón, aunque tu tenías piernas y cabeza, es decir fuerza para acercarte a las 3 horas y media. La hiciste como mandan los canones corriendo la segunda más rápido que la primera lo que demuestra mi creencia. Pero lo más importante es que disfrutaste y sonreiste y acabaste pidiendo paso. Que gran persona y atleta eres!! A por la próxima. Un abrazo, a todos el paso por Sol nos aceleró un poquito!!!

  9. Gracias Espíritu. Sé que podría haber corrido más rápido, aunque las 3:30 me quedan un poco lejos. Pero iba con mi primo (ya me costó dejarle en el 37…) y quería disfrutar de la carrera. También es verdad que le tenía un poco de «miedo». Pensaba que iba a sufrir mucho más…

    En la próxima le damos más caña!!! Y a ver si nos conocemos 🙂

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