Esta no es mi patria

Lo escribí ayer en twitter: «Damas y caballeros, hay guerras en las que no es necesario tomar parte. No siempre hay un bueno al que defender ni malos a los que atacar.» El asunto, obviamente, se refería a Argentina y su decisión sobre nacionalizar YPF.

Sobre la decisión en sí, admito que prácticamente todo lo que sé lo leí en este artículo de Xaora (escrito cuando la nacionalización era sólo una intención, a pesar de que nuestro ministro de terrorífico parecido dijese que todo estaba encauzado), pero no me parece poco. Queda claro, por tanto, para todo aquel que haya leído el artículo (y si no, lo digo yo) que no defiendo la decisión de Argentina.

Entiendo, por supuesto, que el gobierno defienda los derechos de una empresa española (a pesar de tener filiales en paraísos fiscales). Entiendo que hay unos 17.000 trabajadores que podrían irse a la calle. Y de otra cosa no, pero de parados vamos sobrados en este país. Entiendo que también se pueda llevar por delante a algunas empresas más. Es decir, entiendo la situación. Grave, muy grave. Quizá la entiendo más que el Presidente, que mientras esto pasaba, él estaba en una charla de empresas familiares.

Pero aquí se acaba mi guerra. Lo siento, pero que nadie me espere del lado de nadie. No jalearé a ninguna de las partes, pero tampoco derramaré ninguna lágrima. No puedo, lo siento. Y no, no diré aquello de «¿Qué ha hecho Repsol por mí?» Aunque podría. Podría porque el Gobierno, mi Gobierno, decide hacer una reunión de urgencia. Urgencia que no tenían los presupuestos del estado más duros de nuestra democracia, porque había que ganar perder unas elecciones en Andalucía. También decidió dar el Gobierno una rueda de prensa (para decir lo enfadados que estamos con los argentinos y que les vamos a devolver a Valdano, que es muy pesado y que se van a enterar) pero para recortar 10.000 millones de euros en educación y sanidad les bastó un párrafo en un comunicado.

No es mi guerra esta. Que el gobierno haga lo que tenga que hacer, pero que no hable de patria. Mi patria no es el petróleo que está a miles de kilómetros. Que no me hablen de banderas, ni de españolidad, ni de mierdas de esas. Esto es un asunto económico. Con petróleo de por medio, como en todas las guerras modernas. Nada más.

http://elchistedemel.blogspot.com.es

Un comentario

  1. Tengo profundas discrepancias con las dos «trincheras». Estos días van a ser un coñazo. Ánimo.

    Un saludo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *